El siguiente instrumento ha sido elaborado por el Ministerio de Educación, a partir de la reflexión
tripartita de los equipos técnicos de éste, de la Asociación Chilena de Municipalidades y del
Colegio de Profesores, y teniendo a la vista la experiencia nacional e internacional sobre criterios
acerca del desempeño profesional de docentes de los sistemas escolares.
1. Características del Marco para la Buena Enseñanza
El Marco para la Buena Enseñanza supone que los profesionales que se desempeñan en las aulas,
antes que nada, son educadores comprometidos con la formación de sus estudiantes. Supone
que para lograrla, se involucran como personas en la tarea, con todas sus capacidades y sus
valores. De otra manera, no lograrían la interrelación empática con sus alumnos, que hace
insustituible la tarea docente.
Este Marco reconoce la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje y los variados
contextos culturales en que éstos ocurren, tomando en cuenta las necesidades de desarrollo de
conocimientos y competencias por parte de los docentes, tanto en materias a ser aprendidas
como en estrategias para enseñarlas; la generación de ambientes propicios para el aprendizaje de
todos sus alumnos; como la responsabilización de los docentes sobre el mejoramiento de los
logros estudiantiles.
El Marco busca representar todas las responsabilidades de un profesor en el desarrollo de su
trabajo diario, tanto las que ocurren en el aula como en la escuela y su comunidad, que
contribuyen significativamente al éxito de un profesor con sus alumnos.
Este instrumento no pretende ser un marco rígido de análisis que limite o restrinja los
desempeños de los docentes; por el contrario, se busca contribuir al mejoramiento de la
enseñanza a través de un “itinerario” capaz de guiar a los profesores jóvenes en sus primeras
experiencias en la sala de clases, una estructura para ayudar a los profesores más
experimentados a ser más efectivos, y en general, un marco socialmente compartido que permita
a cada docente y a la profesión en su conjunto enfocar sus esfuerzos de mejoramiento, asumir la
riqueza de la profesión docente, mirarse a sí mismos, evaluar su desempeño y potenciar su
desarrollo profesional.
El diseño de los criterios muestra los elementos específicos en los que deben centrarse los
profesores. El hilo conductor o unificador que recorre todo el Marco consiste en involucrar a
todos los alumnos en el aprendizaje de contenidos importantes. Todos los criterios del Marco
están orientados a servir a este propósito básico.
Tres son las preguntas básicas que recorren el conjunto del Marco:
• ¿Qué es necesario saber?
• ¿Qué es necesario saber hacer? Y
• ¿Cuán bien se debe hacer? o ¿cuán bien se está haciendo?
Estas interrogantes buscan responder a aspectos esenciales del ejercicio docente en cada uno de
sus niveles, ya sea que enfoquemos nuestra mirada al nivel de dominios o, más
desagregadamente, al nivel de criterios o de los descriptores que componen cada criterio.
CONTEXTO DEL MARCO PARA LA BUENA ENSEÑANZA
El Ministerio de Educación, el Colegio de Profesores de Chile y la Asociación Chilena de
Municipalidades han comprometido una agenda para fundar un Sistema Nacional de Evaluación
del Desempeño Profesional Docente, de carácter formativo, que contribuya al fortalecimiento de
la profesión docente y al mejoramiento de la calidad de la educación.
Los principales hitos ya cumplidos de la agenda han sido la Jornada de Reflexión sobre Evaluación
Docente, del 2 de marzo de 2001, el Seminario Internacional sobre Profesionalismo Docente y
Aseguramiento de la Calidad de la Enseñanza, de mayo del mismo año, en los que se llegó a la
conclusión de que el siguiente paso de la agenda tripartita sería la construcción de un Marco para
la Buena Enseñanza.
Elaborada una primera versión del Marco, se procedió a difundirlo y someterlo a dos sucesivas
consultas entre el profesorado. De las respuestas recibidas se pudo evidenciar una valoración
generalizada del significado del Marco. A partir de ellas, las tres instituciones comprometidas
pudieron consensuar modificaciones a la redacción de algunos de los criterios y descriptores que
lo componen.
Además, el Ministerio de Educación invitó a reconocidas personalidades del mundo de la
educación, que constituyeron un Comité Consultivo con el fin de recoger su experiencia y aportes
en este ámbito.
Paralelamente con este proceso, la versión inicial del Marco ha sido empleada por el Ministerio de
Educación en el proceso de acreditación de postulantes a la Asignación de Excelencia Pedagógica,
en el año 2002.